♫♫♫… Y SIGO SIENDO EL REY….♫♫♫

   


   El otro día en una reunión de líderes aprendí, primeramente, que si no hay espacio temporal para expresar completamente una idea, que ni lo intente, porque lo que salga de mi boca no alcanzaría a hacerlo completa y claramente.
   Pero tengo esta vía de escape, gracias a Dios, y la voy a aprovechar.
   En esta reunión, frente a una situación espiritual, se planteó que estábamos en guerra y que había dos reinos. Frente a esta cuestión, nos declaramos en victoria, pues estamos del lado ganador.
   Yo, para tener una fe bien fundamentada, por costumbre, la pruebo poniéndola en duda.
   ¿Estamos del lado ganador?
   Entonces en esa reunión planteé que, basándome en el significado de "metanoia", cambio de mente, que se traduce como “arrepiéntanse”, por la cercanía del reino, el primer  reino en contra no es el de las tinieblas, sino el de la mente.
   Si veo el “Padre nuestro”, cuando dice, que se haga tu voluntad, en el original, usa la palabra <genēthētō>  que significa ser o convertirse. O sea que, para vivenciar su voluntad, se debe “ser” primero.
   Hablemos de guerra, y de qué lado estamos. Como en una ocasión dijo Jesús:

Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Mateo 12:26

   En esto razono, si estoy del lado equivocado, el diablo no permitiría ser reprendido por alguien que está confundido. Sería riesgoso para sostener su reino.

   Por algo Dios nos insta a renovar  nuestro entendimiento (Ro 12:2).

   Resumiendo. Me arrepiento (cambio mi mente), porque se acercó el reino. Y con las nuevas leyes del Reino, debo tener un pensar adecuado a ellas. Al hacerlo, paso a formar parte de la ciudadanía de esta nación, y, por transmisión federativa, si se declara una guerra o conflicto, yo estaría del lado indicado.

    Antes de “guerrear” sería conveniente asegurarme de esto. Si el señorío es de mis propios  preceptos, el Padre Creador no podría ser el Rey.

   Por esto dice:

Someteos (sujétense), pues, a Dios; resistid (oponerse firmemente a la fuerza enemiga) al diablo, y huirá de vosotros.

Santiago 4:7 (RVR1960)

   Estemos sujetos, dejemos todo gobierno y demos el señorío a Cristo, y estando seguro del bando al que pertenecemos, y desde allí, oponerse firmemente al enemigo del Reino.
   Y si no estamos seguros, hagamos como dijo Jesús:

¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.

Lucas 14:31-32 (RVR1960)

    Y concluye así:

 »Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen.

Lucas 14:33 (TLA)

 Parafraseado sería:
 “si se consideran reyes, no peleen, haceme Rey a mi (Jesús) , y la victoria es segura” (versión Dieguito)