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En un capítulo, Penny, y después de un momento de intimidad conyugal, recibe un sincero “te amo” de su amante nerd. La respuesta fue tan inapropiada como su gesto: “¿gracias?”
La historia sigue y en medio de un partido de bowling, alguien pregunta si alguno le gustaría comer papas fritas con kétchup, a lo cual la entusiasta Penny responde, “’ ¡amo las papas con kétchup!”. ¿Te imaginás la reacción de su novio Leonard al ver declararle amor a una comida, justo la declaración que a él le faltó?
Así es como veo la evolución del lenguaje eclesiástico en los siglos, un vaciamiento de significados y conceptos.
Pero con este respeto por los significados, iremos por los Diseños y Propósitos divinos.
vayamos a una porción de la parábola del sembrador, sabiendo de antemano la importancia que esta tiene,pues el mismo Jesús dice de ella:
… ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
Marcos 4:13-20 (RVR1960)
O sea que es la llave al entendimiento de otras parábolas. Pero aún así nos detendremos en un solo verso de este tesoro, pues en él encontraremos alimento para hoy.
Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Marcos 4:18-19 (RVR1960)
Oír la palabra es recibir la semilla, pero la semilla ve condicionada su productividad por el estado de la tierra. En toda la parábola es una constante esta interacción, positiva o negativa, según el fruto.
En este caso en particular el fruto es inexistente.
Siempre decimos que el diablo roba, mata y destruye,pero aquí no tiene incidencia. Si hacemos memoria los espinos aparecen por primera vez en el Génesis 3:17 al 19, como consecuencia del pecado de Adán.
Y al hombre dijo:
Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo:
No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Génesis 3:17-19 (RVR1960)
La tierra tiene espinos, y si los tiene es porque hay cosas sin resolver. Si la tierra esta maldita con espinos es probable quesea por nuestra causa.
Primero los afanes. La palabra original del griego (merimna) tiene la raíz de su significado en algo partido, dividido, y en este caso es la mente. Ya Jesús aconsejaba no preocuparse, no afanarse, por lo que comeremos o vestiremos (factor de división en nuestra mente). Luego habla de las riquezas y sus engaños. En el original puede interpretarse con el poder de seducción de estas. Una cualidad de lo material, junto con las codicias de otras cosas, que esta frase no pone el acento de maldición en las cosas, sino en el deseo prohibido, a malos deseos (Ro 6:12).
En síntesis, cardos y espinos.
Pero esto no te mata, solo te ahoga. Por eso muchos, entre los que me incluyo, nos conformábamos al cristianismo que convive con la maldición de la tierra, por no resolver nuestros problemas con Dios, pero te aseguro que un día él lo va a resolver, sino preguntale a la higuera.
Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo:
Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
Mateo 21:19 (RVR1960)
Un día va a venir por tus frutos, y tal vez te excuses con los espinos de tu tierra; probablemente el te diga, “yo tuve una corona de espinas, y morí. Me sembré y di frutos”. Y tal vez te diga, como a la higuera, que nunca des mas fruto.
“Y si igual no doy ahora y soy hermosa con mis hojas frondosas”, podría decir la higuera...
Pero volvamos al diseño original de ella, el dar semilla, para sostener la especie, y dar fruto, para provisión continua. En tal caso se entiende porque se secó, perdió su propósito para siempre. pues Jesús no le dijo, "secate", se secó por haber perdido su propósito generacional, que es el dar frutos con semillas, provisión continua para la especie.
Si no damos fruto y su semilla (evangelio), no nos quedará más que secarnos, pues en nuestro diseño, está nuestro propósito,y en nuestro propósito esta nuestra vida, y vida eterna.
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