#13 EVANGELISMO CORPORATIVO - QUE SE NOTE, PERO QUE SEA ETERNO

Hace aproximadamente veinte años, me tocó trabajar de aprendiz de un oficio de obra. Y conocí mucha gente distintivamente interesante, pero hubo una que realmente me llamó la atención.  No recuerdo su nombre, y tal vez es mejor, pero lo curioso era que era de los más antiguos empleados de la empresa que nos empleaba a ambos. Ya por tiempo, debería calificar como oficial, cosa que además de ser una valoración honorifica, se vería reflejada en su ingreso. Pero eso no es lo más curioso, lo que más me sorprendió es que él no quería esta promoción laboral.

Cuando le pregunté por qué no quería, el me dio una valedera respuesta:

-“a mí me gusta que mi trabajo se note, como oficial no se nota, pero si pico una loza, si se nota”

O sea que se negó el que valoren sus conocimientos, su trayectoria, por ver el mismo que lo que hace se note.

Y a veces, los cristianos, hacemos lo propio.

Queremos que se note. Nos esforzamos para que así sea.

Recuerdo una visita del Apóstol Tito Di Rocco, y que en un momento se dirigió proféticamente a una persona del auditorio, y le dijo algo así:

-“Yo te puedo dar dinero, y te soluciono el día. Pero si te doy una palabra de parte de Dios te soluciono la vida”

Queremos ver a la gente comiendo, y eso le solucionaría el día (y no digo que esté mal, pues es claro que si no lo hacemos, somos dignos del infierno, como lo dice Jesús claramente en Mateo 25:35-46), pero sí sé que una vianda, un abrigo o un remedio, sin la presentación del evangelio, entendido como la Cruz y la Resurrección de Jesucristo, no cambiaremos vidas.

Recuerdo aun hoy, cuando una persona, que se ocupa de acción social cristiana, me dijo claramente, “nosotros no hacemos evangelismo”, para mí fue un duro golpe, y un motivo de toma de distancia.

Al citar a un prócer de la acción social comunitaria cristiana, entiendo el valor de esta en la proclama y extensión del Evangelio.

"No se le puede predicar el Evangelio o un hombre con hambre"

Pero también dice:

Sacar un hombre del barrio, sanar su cuerpo, regalarle ropa decente, proveerle con una casa propia en el campo, y dejarle morir e ir al infierno – verdaderamente, no vale la pena.”

Autor: William Booth (Fundador del  Ejército de Salvación)

Equilibremos ideas, y no hagamos cosas que se noten, como hacia este obrero de la construcción, sino que hagamos cosas empoderados en el Espíritu y en el mensaje, para que sea más fácil presentar el evangelio, la Cruz y la Resurrección de Cristo, que de esa manera, le solucionamos el urgente hoy, la vida y, además, la eternidad.

Y citando a otro grosso, que tuve el placer de conocer en el P.I.M.U. (Programa intensivo del ministerio urbano), a Pipo, de un merendero de la calle Sgo. Del Estero, en CABA, que dijo algo así:

“si no entendés que la acción social es una plataforma misionera para predicar el evangelio, hacela en otro lado, porque para la Iglesia es eso”