" Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos y reprendió a Pedro: «¡Aléjate de mí, Satanás! —dijo —. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no del punto de vista de Dios."En un mismo párrafo, nuestro Señor Jesucristo, le habló enérgicamente a dos personas. Una entidad que influenciaba a Pedro y al mismísimo Pedro.
( Marcos 8:33 - NTV)
La cuestión "positiva" es que Pedro era un tipo sensible a ser influenciable.
La "negativa", es que Pedro era un tipo sensible a ser influenciable.
"Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivienteLa sincera amistad de Simón con su Maestro le abrió las puertas del Cielo hacia una revelación que daría fundamentos a la Iglesia hasta hoy.
Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano."(Mateo 16:16-17-NTV)
Pero así como se había abierto a una plena influencia del Padre, Creador del universo, existía una puerta trasera por donde la influencia de el mentiroso y padre de mentira se abría colado; "... Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no del punto de vista de Dios".
Nuestro punto de vista, el lugar desde donde vemos las circunstancias, abren las puertas a las influencias que nos gobiernen.
Veamos y actuemos como parados en las realidades celestiales juntamente con Cristo, y viviremos el Cielo en la tierra.(Efesios 1:3)
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